Las patas de tu perro son su conexión directa con el mundo: caminan, corren, juegan y lo acompañan en cada aventura. Sin embargo, muchas veces olvidamos que también necesitan atención y cuidados especiales. El contacto directo con el suelo las expone a cambios de temperatura, superficies ásperas, objetos punzantes y productos químicos. En este artículo, descubrirás cómo cuidar las patas de tu perro en cada estación del año y prevenir lesiones, resequedad o irritaciones.
¿Por qué es importante cuidar las patas?
Las patas de un perro, especialmente sus almohadillas, están diseñadas para soportar impacto, amortiguar el peso corporal y proporcionar tracción. Pero cuando no se cuidan correctamente, pueden presentar:
- Grietas y resequedad.
- Cortes o quemaduras.
- Infecciones por hongos o bacterias.
- Cojeras o dolor al caminar.
Un perro con molestias en las patas puede mostrarse más irritable, evitar salir o cambiar su postura habitual.
Anatomía básica de la pata del perro
Entender la estructura de la pata ayuda a identificar posibles problemas:
- Almohadillas plantares: la parte acolchada que está en contacto con el suelo.
- Garras: deben mantenerse a una longitud adecuada.
- Espacios interdigitales: entre los dedos, donde puede acumularse suciedad o humedad.
- Pelaje entre las almohadillas: en algunas razas crece y debe recortarse para evitar nudos o acumulación de cuerpos extraños.
Con una revisión periódica, puedes detectar cualquier anormalidad de inmediato.
Cuidados generales durante todo el año
1. Revisión diaria después del paseo
- Revisa si hay espinas, piedras, vidrio o chicle.
- Limpia suavemente con un paño húmedo.
- Asegúrate de que no haya cortes ni enrojecimiento.
Haz de esto un hábito diario y conviértelo en un momento de conexión con tu perro.
2. Corte regular de uñas
- Si las uñas tocan el suelo, es hora de cortarlas.
- Uñas demasiado largas pueden deformar la pisada y causar dolor articular.
- Usa cortaúñas para perros y evita cortar demasiado para no dañar la pulpa.
Si no te sientes seguro, busca ayuda profesional.
3. Hidratación de las almohadillas
- Usa cremas o bálsamos hidratantes específicos para perros (no productos humanos).
- Aplica después del paseo o antes de dormir.
- Ayuda a prevenir grietas, resequedad y endurecimiento excesivo.
Almohadillas suaves no significan débiles, sino sanas y protegidas.
4. Limpieza entre los dedos
- Especialmente importante en perros con pelo largo.
- Revisa si hay nudos, humedad o residuos.
- Mantén el área seca y aireada para evitar hongos.
Después de un día de lluvia, es fundamental secar bien esta zona.
Cuidados específicos según la estación
Verano: calor extremo
El asfalto caliente puede quemar las patas de tu perro:
- Haz la prueba del dorso de la mano: si no puedes mantenerla sobre el pavimento por 5 segundos, está muy caliente.
- Pasea temprano por la mañana o al atardecer.
- Elige rutas con sombra o césped.
- Puedes usar botitas protectoras si es necesario.
- Hidrata las almohadillas después del paseo.
También evita caminar sobre arena caliente por mucho tiempo.
Invierno: frío y superficies abrasivas
El frío extremo y la sal usada en las calles pueden resecar y agrietar las almohadillas:
- Lava las patas al volver de la calle para retirar la sal.
- Seca bien para evitar humedad prolongada.
- Aplica bálsamo hidratante antes y después del paseo.
- Usa botitas si tu perro las tolera, sobre todo en nieve o hielo.
Si tu perro cojea o levanta las patas mientras camina, puede estar sufriendo del frío.
Otoño: hojas secas y humedad
Aunque el clima es más templado, el otoño trae riesgos ocultos:
- Las hojas húmedas pueden ocultar objetos peligrosos.
- La humedad prolongada favorece hongos interdigitales.
- Revisa después de jugar en parques o jardines.
Usa un paño limpio para secar entre los dedos al volver a casa.
Primavera: alergias y picaduras
En esta época aumentan los insectos, pólenes y plantas en floración:
- Evita paseos por zonas con muchas flores si tu perro tiene alergias.
- Revisa si hay picaduras, enrojecimiento o lamido excesivo de las patas.
- Mantén el pelaje entre las almohadillas recortado.
La primavera es hermosa, pero también puede traer irritaciones inesperadas.
Cuándo acudir al veterinario
Aunque muchos cuidados pueden hacerse en casa, hay señales que requieren atención profesional:
- Cojera persistente.
- Inflamación de una pata o dedo.
- Heridas profundas o sangrado.
- Almohadillas rotas o con ampollas.
- Mal olor entre los dedos (indica infección).
El tratamiento temprano evita complicaciones graves.
Las patas también merecen cariño y atención
Cuidar las patas de tu perro no es solo una cuestión estética: es un acto de amor y responsabilidad. Incorporar estos cuidados a tu rutina diaria previene molestias, mejora la calidad de vida de tu mascota y refuerza la confianza entre ustedes.
Recuerda: esas patitas te acompañan todos los días. Protégelas con el mismo cariño con el que ellas te siguen a ti.