Los perros no hablan con palabras, pero se comunican todo el tiempo. A través de su cuerpo, gestos, posturas y miradas, transmiten emociones, necesidades y advertencias. Como tutores responsables, aprender a “leer” ese lenguaje corporal es fundamental para evitar malentendidos, reforzar el vínculo y prevenir conflictos.
En este artículo, te enseñaré a interpretar las señales más comunes del lenguaje corporal canino, qué significan, cómo reconocer si tu perro está feliz, estresado, asustado o incómodo, y cómo responder adecuadamente a cada situación.
¿Por qué es importante entender el lenguaje corporal de los perros?
Interpretar el lenguaje corporal de tu perro te permite:
- Anticiparte a reacciones negativas.
- Evitar situaciones estresantes o peligrosas.
- Conectar emocionalmente con tu mascota.
- Identificar problemas de salud o comportamiento.
- Enseñar y corregir conductas de forma más empática.
Los perros siempre están comunicando algo. Lo que para nosotros puede parecer un simple movimiento de orejas o cola, para ellos es una forma precisa de expresarse.
Las principales partes del cuerpo que usan para comunicarse
Para entender a tu perro, debes observarlo como un todo, no solo enfocarte en un gesto aislado. Aquí están las zonas clave:
1. La cola
- Alta y moviéndose suavemente: confianza y felicidad.
- Rígida o muy alta, con movimientos rápidos: estado de alerta o excitación.
- Entre las patas: miedo o sumisión.
- Quietamente baja o inmóvil: inseguridad o estado neutro.
Cuidado: mover la cola no siempre indica felicidad. El contexto es todo.
2. Las orejas
- Erguidas hacia adelante: atención o curiosidad.
- Pegadas hacia atrás: miedo, sumisión o incomodidad.
- Caídas hacia los lados: relajación o falta de interés.
La raza influye: razas con orejas grandes o caídas (como el Basset Hound) tienen menor movilidad expresiva.
3. Los ojos
- Abiertos y relajados: confianza.
- Muy abiertos, mostrando el blanco (“ojo de ballena”): miedo o estrés.
- Entrecerrados o parpadeo lento: calma, confianza.
- Mirada fija e intensa: posible amenaza o dominancia.
Evita mirar directamente a los ojos de un perro desconocido: puede interpretarse como desafío.
4. La boca
- Relajada, con lengua afuera: bienestar.
- Bostezos repetidos (sin sueño): señal de estrés.
- Lamerse el hocico: incomodidad o apaciguamiento.
- Labios tensos o enseñando los dientes: advertencia clara.
El bostezo y el lamido son formas de “decir” que no están cómodos.
5. La postura corporal
- Cuerpo suelto, balanceado: relajación.
- Peso hacia atrás, cuerpo encogido: miedo o inseguridad.
- Peso hacia adelante, músculos tensos: dominancia o posible agresión.
- Acostado de lado con barriga expuesta: sumisión o confianza (según el contexto).
6. Las patas
- Levantar una pata delantera (sin caminar): duda o atención.
- Pisar el suelo rápidamente o caminar en círculos: ansiedad o frustración.
7. Vocalizaciones
Aunque no es lenguaje corporal puro, se relaciona estrechamente:
- Ladridos agudos y rápidos: alerta o excitación.
- Aullidos: soledad o respuesta a ruidos.
- Gruñidos bajos y constantes: advertencia seria.
- Gemidos suaves: dolor, estrés o petición de atención.
Siempre considera el tono, frecuencia y situación.
Combinaciones comunes y lo que significan
Señales de un perro feliz y relajado
- Cola moviéndose a ritmo medio o lento.
- Cuerpo suelto y balanceado.
- Boca entreabierta, lengua afuera.
- Oídos neutrales o ligeramente hacia adelante.
Cómo actuar: sigue jugando, acariciando o manteniendo la interacción. Está disfrutando el momento.
Señales de un perro con miedo
- Cola entre las patas.
- Cuerpo encorvado o pegado al suelo.
- Orejas hacia atrás.
- Pupilas dilatadas, mirada de lado.
- Bostezos o lamidas frecuentes del hocico.
Cómo actuar: aléjate del estímulo que lo estresa, ofrece un lugar seguro, no lo obligues a acercarse a personas u objetos que teme.
Señales de estrés
- Bostezos fuera de contexto.
- Lamerse el hocico sin comida.
- Sacudidas del cuerpo (como después de un baño).
- Ritmo respiratorio acelerado.
- Ojos muy abiertos.
Cómo actuar: reduce el nivel de estímulo, dale espacio, usa refuerzo positivo para calmarlo.
Señales de agresividad o advertencia
- Cuerpo tenso.
- Cola rígida, alta y sin movimiento.
- Mirada fija.
- Labios tensos o dientes expuestos.
- Gruñidos profundos.
Cómo actuar: no te acerques, no lo mires fijamente, retrocede lentamente y sin movimientos bruscos. Nunca castigues: busca ayuda profesional.
Señales de apaciguamiento: su forma de evitar conflictos
Muchos perros usan gestos para calmar a otros perros o personas:
- Bostezar.
- Lamer el aire o su hocico.
- Mirar hacia otro lado.
- Sentarse o acostarse lentamente.
- Moverse despacio.
Estos gestos no significan necesariamente sumisión, sino un intento de “bajar la tensión” en una situación incómoda.
Cómo mejorar tu comunicación con tu perro
- Observa el contexto completo, no un solo gesto.
- Aprende su lenguaje único: cada perro tiene matices propios.
- Evita castigos físicos o gritos, que confunden y generan miedo.
- Refuerza con caricias o premios cuando exprese calma o confianza.
- Sé coherente en tu lenguaje corporal: si tú estás tenso, él también lo estará.
Errores comunes al interpretar su lenguaje
- Pensar que mover la cola siempre es señal de alegría.
- Regañar por gruñir: el gruñido es una advertencia, no una agresión.
- Obligar al perro a “socializar” si da señales de incomodidad.
- Reírse o grabar cuando el perro muestra miedo: refuerzas su inseguridad.
- Ignorar pequeñas señales que preceden una reacción mayor.
Escucha lo que tu perro te dice con su cuerpo
Tu perro no necesita hablar para expresar lo que siente. Su cuerpo es un canal honesto y directo que te ofrece constantemente información valiosa sobre su estado emocional. Aprender a entenderlo es uno de los mayores actos de amor que puedes ofrecerle.
Recuerda: un perro comprendido es un perro más feliz, equilibrado y seguro. Y tú, al convertirte en su intérprete, también te vuelves un mejor guía, compañero… y amigo.