Para muchos tutores, sacar a pasear al perro es una actividad rutinaria. Pero para los perros, el paseo no es solo un momento para hacer sus necesidades: es una experiencia multisensorial rica, llena de estímulos, ejercicio físico y oportunidades para socializar. Cuando el paseo es adecuado, se convierte en una fuente de bienestar físico, mental y emocional para tu mascota… y también para ti.
Sin embargo, no todos los paseos son placenteros. Tironazos, miedo a ruidos, desinterés o comportamientos problemáticos pueden hacer que caminar con tu perro se vuelva estresante. En este artículo, te enseñaré cómo transformar los paseos diarios en momentos de conexión, aprendizaje y felicidad mutua.
Por qué es tan importante el paseo para los perros
El paseo cumple múltiples funciones:
- Ejercicio físico: ayuda a mantener un peso saludable y músculos activos.
- Estimulación mental: a través del olfato y el entorno.
- Socialización: con otros perros, personas y ambientes.
- Reducción del estrés y la ansiedad.
- Fortalecimiento del vínculo humano-canino.
Un perro que no sale lo suficiente puede desarrollar aburrimiento, ansiedad por encierro, destructividad o problemas de comportamiento.
1. Establece una rutina de paseos
Los perros son animales de hábitos. Una rutina clara y predecible les da seguridad.
- Lo ideal es 2 a 3 paseos al día, de al menos 20 a 30 minutos cada uno.
- Intenta salir en los mismos horarios.
- Combina paseos rápidos para necesidades con paseos más largos para exploración.
Consejo: un paseo de calidad muchas veces vale más que varios paseos apurados.
2. Usa el equipo adecuado
El equipo correcto mejora el control y la comodidad tanto para ti como para tu perro.
- Arnés de pecho: ideal para evitar tirones, distribuir presión y reducir lesiones.
- Correa de entre 1,20 y 2 metros: permite libertad sin perder el control.
- Evita collares de castigo, eléctricos o de púas: pueden causar dolor y miedo.
- Bolsitas para recoger desechos siempre contigo.
También puedes llevar un pequeño bolso con premios o agua si el paseo es largo.
3. Permítele oler y explorar
El olfato es el principal sentido del perro. Dejarlo oler no solo es natural, sino fundamental para su bienestar.
- Permite que olfatee sin prisa árboles, postes, otros perros, esquinas.
- No lo apresures: los paseos no son una competencia de velocidad.
- Si no tiene prisa por volver, déjalo tomar decisiones sobre la ruta de vez en cuando.
Oler = leer el mundo para ellos. ¡Déjalos disfrutar!
4. Adapta los paseos a su energía y edad
Cada perro necesita un tipo de paseo diferente:
- Cachorros: paseos cortos, con muchas pausas, exploración y socialización suave.
- Adultos activos: más largos, con oportunidad de correr o jugar.
- Perros mayores: paseos lentos, en rutas planas, sin forzar articulaciones.
Conoce a tu perro y adapta el paseo a sus necesidades, no a tu prisa.
5. Trabaja los comandos básicos durante el paseo
El paseo es un excelente momento para reforzar comandos como:
- “Junto” o “camina conmigo”.
- “Alto” o “quieto”.
- “Vamos” para retomar la marcha.
- “Suelta” si toma algo indebido.
Con sesiones cortas y refuerzo positivo (premios, caricias), el paseo también se convierte en una clase divertida.
6. Varía el entorno regularmente
Los paseos siempre por la misma ruta pueden volverse aburridos.
- Cambia de recorrido 1 o 2 veces por semana.
- Llévalo a un parque, zona verde, o incluso solo a una calle diferente.
- Si es posible, haz viajes en coche para explorar nuevos lugares.
Los entornos nuevos activan sus sentidos y mejoran su comportamiento al volver a casa.
7. Anticípate a situaciones estresantes
Si tu perro se estresa con ciertos estímulos (autos, ruidos, otros perros):
- Elige horarios más tranquilos.
- Mantente alerta y cruza de acera si es necesario.
- Usa premios para redirigir su atención.
- Evita forzarlo a enfrentar miedos sin preparación.
Para perros muy sensibles, consulta con un adiestrador o etólogo canino.
8. Aprovecha para reforzar el vínculo
El paseo es una gran oportunidad para conectarte emocionalmente con tu perro:
- No uses el celular todo el tiempo.
- Habla con él con voz alegre.
- Felicítalo cuando se comporte bien.
- Disfruta del momento juntos como si fuera tiempo de calidad (porque lo es).
Tu atención es el mejor regalo durante la caminata.
9. Lleva premios o juguetes
Los snacks pequeños pueden ayudarte a:
- Premiar buen comportamiento.
- Redirigir su atención si se distrae.
- Crear asociaciones positivas con estímulos nuevos.
Un juguete favorito también puede transformar el paseo en un juego.
10. Sé paciente si el comportamiento no es perfecto
Tirar de la correa, ladrar, distraerse… son conductas normales, especialmente en perros jóvenes o no entrenados.
- No grites ni tires de la correa con brusquedad.
- Refuerza lo positivo y redirige con calma.
- Si el problema persiste, busca ayuda profesional.
La paciencia y la constancia transforman los paseos problemáticos en experiencias agradables.
Un paseo feliz = un perro feliz (y un tutor feliz también)
Hacer que los paseos sean agradables no requiere técnicas complicadas ni grandes esfuerzos. Se trata de comprender a tu perro, adaptar el momento a sus necesidades y disfrutar del presente juntos. Un buen paseo es una inversión diaria en salud, conducta equilibrada y felicidad compartida.
Recuerda: para tu perro, el paseo no es solo un trámite… es una aventura. Haz que cada salida valga la pena.